Su obra, realizada con pigmentos acrílicos, óleos y arenas componen una amplia sinfonía en la que el cromatismo queda contenido en distintas gamas de ocres, grises, algunos verdes, azules y sutiles toques rojizos.
El resultado es una pintura mecánica en técnica mixta sobre tabla o lienzo, dando lugar a relieves imposibles que facilitan la mencionada visión paisajística e incluso invitan ,en ocasiones, al tacto.
No hay dibujo específico en los cuadros de Covadonga Tellaeche, pero si una concepción del espacio y aproximación a la geografía sugerente y ensoñada.